domingo, 17 de abril de 2011

Este fin de semana he estado en tierras tarraconenses y como me han dejado llevar la bicicleta, permitiéndome, así, continuar la preparación de la media maratón de Los Monegros, y para la Treparriscos, pues… me he escapado a hacer una ruta que me había propuesto mi suegro y que una vez investigado en internet, me parecía muy interesante: Salou-Cambrils-Montbrió del Campo-Riudecanyes-Castell de l´Escornalbou (Riudecanyes) y vuelta.
En principio, la ruta iba a ser por el monte pero mi torpeza en la logística me lo impidió. No cargué el track ni el mapa en el gps, así que ante dicha adversidad me informé para hacerla íntegramente por carretera.
La ruta comienza en Salou; atravesando todo el paseo y todavía con los ojos pegados, me doy cuenta de que esta noche ha llovido lo suficiente como para mojar el suelo y dejar algún charco.
Me dirijo hacia Cambrils, y una vez allí, y según las indicaciones de un taxista betetero, voy hacia la riera que baja al mar; la cruzo por el segundo puente que me encuentro y me dirijo hacia la carretera Nacional para buscar el desvío hacia Montbrió del Camp (a unos 15 kmts. de Cambrils). En Montbrió ya aparece indicado el Castell de l’Escornalbou, situado en Riudecanyes.
En este tramo comienza a llover tímidamente, y mirando hacia la montaña,me empiezo a plantear si debo seguir o dejarlo para otro día. Como medio maño que soy decido seguir y que sea lo que Dios quiera.
Para subir al Monasterio/Castillo, hay tres opciones de subir por carretera (desde l´Argentera, Vilanova de l´Escornalbou y Riudecanyes) y una por monte. Yo elegí subir por Riudecanyes que según dicen es la más dura (sin saberlo, claro), y Madre de Dios!! qué rampas. Desde que entras en Riudecanyes ya pica hacia arriba de lo lindo. Son unos 4,5 kilómetros hasta el Castillo/Monasterio.
Para empezar, por ejemplo, en el pueblo, justo en la señal que indica por donde subir, la calle se empina una cosa bárbara, aperitivo de lo que me esperaba. A base de riñones la consigo subir sin poner el pie a tierra.
Una vez fuera del pueblo se comienza a divisar la primera rampa, con un 15% "sólo".

Salvada esta "tachuelica", la carretera no cesa ni un momento de picar hacia arriba. Eso sí, las vistas que se ven a medida que se sube son impresionantes.



Tras un pequeño descanso me topo con la segunda “trampa”. Ésta es sólo de un 16%.


Y para terminar una del 18%!!!.


Arriba me espera el Castillo de l’Escornalbou y la Ermita de Santa Bárbara. Hago una rápida visita hasta donde me dejan pasar; la puerta del Monasterio.
Antes de comenzar la bajada, me subo hasta un magnífico mirador que en días claros dicen que se puede ver hasta las Islas Baleares.
Como no tengo otra referencia, me dispongo a bajar por el mismo sitio que he subido. La bajada aunque la hago muy rápido, no deja de ser controlada porque hay tramos en la sombra donde la carretera está bastante húmeda y no quiero dar con los huesos en el suelo.
Al llegar a Riudecanyes y aunque está muy bien señalizado, me hago la picha un lío para encontrar el camino de vuelta.
Ya en la carretera y con una velocidad de bicicleta de carretera llego hasta Cambrils. Y curiosamente me cruzo con el taxista-ciclista que me ha indicado como subir. Nos hacemos un gesto con el pulgar de “OK”, y continúo hacia el punto de partida en Salou.
Si alguno de vosotros conoce la subida, sabrá lo que es; el que no la conozca y tenga la oportunidad de hacerla, os la recomiendo 100%. La próxima vez que suba, lo intentaré por la montaña, si el gps no me lo impide.
Hasta aquí la crónica de la ruta.

Nos leemos en la próxima.